
Pernil (Sofia, Bulgaria) 26 de julio de 1977
Cuando pinto, desaparezco; entro en un mundo interior, paralelo al mundo real, y me siento vivo, libre de todo. Siempre me inspiro en seres reales y los llevo a una dimensión tan abstracta que lo real se funde con lo irreal. Mis creaciones son ambiguas y se mueven entre lo apolíneo y lo dionisiaco, lo trágico y lo cómico, la realidad y la apariencia. Así desmitifico la belleza, siempre efímera, y descubro el encanto de lo imperfecto. Siempre buscando un equilibrio que no pese ni deje indiferente al espectador. Es la creación del maravilloso mundo de las mentiras, reflejo del mundo real