Perteneciente a la cultura Makonde de gran tradición escultórica, Lilanga, a través del color y la ironía ha recreado y actualizado con maestría el lenguaje plástico de su pueblo. Escultor y pintor, en su obra se materializa la cosmovisión y la mitología Makonde, presente en las danzas "mapiko" ejecutadas por infinidad de "Shetanis" o espíritus representativos de lo bueno y lo malo que pueblan nuestro imaginario y a los que hay que mirar de frente. Para otros artistas Makonde más tradicionales, Lilanga se alejó e incluso traicionó los principios básicos de la escultura heredada de los antiguos maestros, cubriendo la nobleza el ébano con pinturas acrílicas de vivos colores. Comenzó destacando como tallador en los primeros años 60, pero a principios de los 70 se decantó por la pintura. El trabajo bidimensional le permitía la realización de muchos más Shetanis y llegar a más lugares en un afán de acercar su mensaje a todas las culturas. Más tarde combinará las dos disciplinas.

 Tanzania 1934-2005 Desde que en 1978 presentó 100 obras en una gran muestra celebrada en Washington, el interés que ha suscitado su trabajo ha llegado a los principales foros y museos del mundo, entrando a formar parte de colecciones y muestras itinerantes de arte africano contemporáneo de gran relevancia hoy día, como África Remix o la colección Pigozzi.